Hace miles de años que los cristales registran información sobre la energía, la memoria y los códigos de la tierra.
Hace miles de años que un linaje de guardianes cristalinos protege, incluso a veces sin saberlo, esa información.
Los cristales que entonces almacenaron esos registros, vuelven una y otra vez a nuestras vidas activando poco a poco ese recuerdo para que la consciencia de quiénes somos se instaure de nuevo.